Wednesday, June 15, 2011

Capitulo 1.

Capitulo 1

Aun y cuando yo odiaba rotundamente los compromisos, lo amaba tato a el que cualquier pretexto para estar junto a él era bueno. Honestamente no creía en el matrimonio. ¿Para qué demonios firmar un papel para comprobarle al mundo lo mucho que amas a una persona? Se me hacia una idea completamente retorcida, pero las reglas éticas y sociales así lo indicaban. El simple hecho de imaginar el despertar y ver su rostro descansando en el mismo lugar que yo, me hacia la mujer más feliz e ilusionada que pudiera existir.

Esa misma mañana, me vestí con un pants obscuro, una cazadora de líneas rojas y ate mi cabello con una coleta deportiva. Pase por el supermercado y le surtí la despensa a mi prometido como siempre lo hacía cada lunes por la mañana. Parquee el coche en el estacionamiento privado del pent-house y subí el ascensor para finalmente entrar al departamento de mi novio usando mi propia llave que el mismo me había proporcionado meses atrás cuando decidíamos celebrar nuestro aniversario cada mes.
Al tirar de la perilla, escuche el bip de la alarma de censores de movimiento. Teclee la clave en la pantallita negra que estaba junto a la puerta y puse las compras en la mesa del comedor. Mire a todos lados y no escuche ningún sonido proviniendo del cuarto.
-Son las 11 de la mañana y Chris sigue tirado en la cama…
Prendí el televisor para comenzar a hacer un poco de ruido dentro del departamento y saque las compras de las bolsas para ponerlas en las gavetas de la cocina. Cuando por fin termine de hacer los quehaceres me dirigí a paso lento y sigiloso a la habitación de Chris, note que no tenía la mínima intención de despertarse y hasta se daba el lujo de taparse completamente con la sabana color marón. Abrí las cortinas del balcón que daba vista panorámica a la ciudad y deje que los rayos de sol se filtraran en la habitación. Por primera vez no sabía qué hacer. No sabía si despertar a mi prometido o husmear por las tiendas de por ahí y volver a medio día para salir junto con Chris a comprar comida China como era de costumbre. Me senté en el pequeño sillón que estaba justo enfrente de la cama donde Chris yacía tendido meditando en si en realidad estaba preparada para dar este paso. Miraba fijamente los bloques de los azulejos que decoraban el piso, como si estuviera hipnotizando el objeto. De pronto vi de reojo como la sabana de tono obscuro comenzaba a menearse por el aire y de golpe voltee hacia donde Chris estaba.
-¿Qué haces aquí tan temprano, cariño?- Dijo mientras se frotaba frenéticamente los ojos.
Eche un vistazo a mi reloj de mano y le respondí tenuemente –Son las doce y cuarto.
-¡Mierda! –Chris se levanto de un brinco buscando los pantalones de mezclilla por todos lados -¿No pudiste haberme despertado Jenna? ¡Es tardísimo! Desaproveche casi la mitad del día durmiendo y no pudiste hacer ni un esfuerzo por levantarme.
-¡Perdona Señor Bello Durmiente! No tenía ni la más remota idea que era mi obligación despertarlo para que no se te pasaran las horas de largo. –le gritonee mientras hacía ademanes para denotar mi ironía.
Molesto por el uso de mi ironía, Chris camino sin verme a la cara y se metió al vestidor para buscar una playera que le cubriera el pecho que traía al descubierto. Me quede atónita ante su reacción. ¡De verdad que era un niño berrinchudo y mal educado! Tan rápido como reaccione ante la indignación, tome mi bolso y salí como bala del departamento, encendí mi coche y emprendí de nuevo un el viaje hacia mi departamento en las afueras de la ciudad.

Sunday, June 5, 2011

Introduccion.

Nos encontrábamos en un lujoso restaurante a la luz de las velas y repleta de copas de vino costoso... Yo lucía un vestido largo y elegante y el un traje smoking negro que lo hacía lucir sumamente apuesto. El ambiente estaba conformado por un trío de violines con coros ambos  barítonos y agudos, un tanto cursi pero había sido idea de mi novio el hecho de llevarme a cenar a un lujoso restaurante esa noche de verano en Nueva York.
En una mesa escondida en uno de los rincones al fondo del restaurante, Chris metió la mano al bolsillo de la cazadora que llevaba debajo del saco y de ella saco una pequeña caja rojiza aterciopelada con un broche plateado encima. La tome cuidadosamente y de ella saque una pequeña sortija con un despampanante zafiro azul incrustado en medio del diminuto aro brillante y plateado. Me quede atónita, un nudo en la garganta se me había formado y por más esfuerzos soberanos que trataba de emitir sonidos, estos no salían de la nada. Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas sin cesar y de un viaje me bebí una de las copas que estaban encima de la mesita repleta de velas. Chris se hinco ante mí, con su mano temblorosa y un tanto sudorosa, tomo mi mano y la coloco en su pecho.
-¿Sientes el latido de este corazón? Es Tuyo Jenna.
Trate de retener las lágrimas, y por más que intente empujarlas de nuevo hacia atrás, el objetivo fue fallido. Deslice mi mano de su pecho y comencé a acariciarle suavemente la mejilla, recordando todos los malos y buenos ratos que nuestro noviazgo había cruzado.
-¿Quieres casarte conmigo, Jenny?

De nuevo, trate de esforzarme para poder emanar palabras, pero estas no salían. Carraspee mi garganta y tome aire hasta llenar mis pulmones de oxigeno, y lentamente lo deje ir para ir recobrando el aliento de una buena vez.

-¿De verdad crees que le diría que no a mi persona favorita?
-¿Entonces puedo tomar eso como un sí?- Sus ojos se abrillantaron de un resplandor incandescente y las comisuras de su labios se curvaron lentamente hacia arriba
-Hasta que la muerte nos separe.